
Entrevista a Nadjib Achaibou, el perfumista que seducirá tu nariz en Páayt’aan
Entrevista realizada por Shantal Torres Castro
Nadjib Achaibou es un talentoso y joven perfumista que ha trabajado en Symrise, una industria líder de fragancias en México. Durante su carrera ha explorado la perfumería artística creando aromas para teatros, performances, conciertos y realidad virtual. Estudió la licenciatura en Química en la Universidad de Montpellier II y la maestría en Formulación, Evaluación y Perfumería en el Instituto Superior Internacional de Perfumes, Cosméticos y Alimentos Aromáticos (ISIPCA) en Versalles, Francia. Ha recreado esencias para varias empresas y proyectos internacionales.
¿Nadjib, dígame para cuáles eventos ha creado aromas y perfumes?
Empecé creando perfumes en Londres a través de un colectivo que se llamaba Crosmodalismo, luego lo hice para experiencias multisensoriales, para conciertos perfumados de piano como una pieza de Ravel o Wagner (cada compositor tiene un estilo muy diferente y permite jugar con los sentidos para aumentar la situación o los sentimientos), para el Teatro Lúcido en la Ciudad de México, para Munduruku en Brasil, para narrativas sensoriales, para Greenpeace con el objetivo de explorar nuevas maneras de contar historias y defender el medio ambiente, para una instalación con una artista noruega (como una forma diferente de pensar el perfume, pensarlo como un instrumento de música que puede ser fuerte, despacito o improvisar) y más.

¿Por qué decidió participar en Páayt’aan La Cita en Izamal, Yucatán?
La pasión de Gastón me convocó muy rápido y me nació participar en este sueño increíble y fantástico, además que estuve muy aislado por la Covid y el Festival me regresa a la vida con la participación de un concierto perfumado con artistas de muy alto nivel, música que no conozco y que me mueve a esta nueva interacción y a un nuevo reto para contar historias de Yucatán con mis perfumes.
¿Cuál es el aroma de Páayt’aan?, ¿en qué consiste El Jardín de Zully?
El aroma de Páayt’aan es Yucatán en sí y este Estado está lleno de aromas, pero que pasan desapercibidos. Lo que quiero es que la gente esté oliendo todo el tiempo, que se dé cuenta de todo lo que huele cuando va pasando por la calle, o junto a la jungla, o junto a un árbol, que se concentre en oler. Despertar una curiosidad olfativa en la gente para que puedan oler el perfume de Páayt’aan que al final es el de Yucatán.
El Jardín de Zully huele a conocimiento. Zully no ve las plantas como nosotros, ella nos cuenta historias, a cada hoja le pide permiso para cortarla y cada hoja le cuenta una historia maravillosa para sanar gente.